¿Se viene la prolongadamente
anunciada crisis final del modelo kirchnerista o sigue el “viento de cola”?
Carrió, parte de la izquierda y la mayoría de la oposición ¿tendrá al fin su
chance? ¿O seguirá, con sus torpes vaivenes, el reinado del Cristinismo?
Establecer esto no tiene nada que
ver con la opinión política que uno defienda, si no con una seriedad en el
análisis que no tiene nada que ver con como uno usa después los resultados del mismo. No se puede establecer el análisis de acuerdo
a los gustos propios. Cuando una investiga la realidad tiene que tratar de ser lo
mas objetivo e imparcial posible. Eso intentare.
Y, más allá de los análisis hechos
en foros anteriores levantados en este blog, me voy a referir en forma
específica al informe de perspectivas agrícolas de la OCDE (ORGANIZACIÓN
PARA LA COOPERACIÓN Y EL DESARROLLO ECONÓMICOS) - FAO (ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES
UNIDAS PARA LA
ALIMENTACIÓN Y LA AGRICULTURA
)
Primero porque la agricultura,
centrada en la soja, es la base del modelo y segundo porque no se puede decir
que estos organismos sean amigos del populismo, mucho, mucho menos de siquiera
un tibio socialismo. El siguiente es un extracto del mismo, pero un extracto
textual y añado el link para quien quiera verlo completo y resalto lo que, para mí, es más destacado.
Perspectivas Agrícolas 2011-2020
En este informe se mantiene la perspectiva de ediciones anteriores de que
los precios de los productos agrícolas en términos reales probablemente
continuarán en un nivel más alto durante la próxima década en comparación con
el decenio anterior. Periodos prolongados de precios altos podrían
dificultar más la consecución de los objetivos mundiales de seguridad
alimentaria, lo que colocaría a los consumidores de escasos recursos en un
riesgo más alto de llegar a la desnutrición.
Los precios más altos de los productos son una
señal positiva para un sector que ha experimentado bajas en los precios
expresados en términos reales durante muchas décadas y con probabilidad estimularán las inversiones en
la mejora de la productividad y en el aumento de la producción necesarios para
cubrir las demandas crecientes de alimentos. Sin embargo, la respuesta
de oferta está condicionada por los costos relativos de los insumos en tanto
que los incentivos proporcionados por los precios internacionales más altos no
siempre se hacen llegar a los productores debido a los altos costos de las
transacciones o a las intervenciones de política interna. En algunas regiones
productoras clave, la apreciación de la tasa de cambio también ha afectado la
competitividad de sus sectores agrícolas, lo que limita las respuestas de
producción.
Hay señales de que los costos de producción van en
aumento y el crecimiento de la productividad se desacelera. Los costos
relacionados con la energía se han elevado de manera significativa, al igual que
los costos del forraje. Las presiones sobre los recursos, en particular los
vinculados con el agua y la tierra, también están a la alza. La tierra
disponible para la agricultura en muchas zonas tradicionales de oferta está
cada vez más restringida y la producción debe expandirse a regiones menos desarrolladas
y a las tierras marginales con una fertilidad más baja y con riesgos más altos
de que susciten eventos climáticos adversos. Se requieren inversiones
adicionales sustanciales en mejoras de la productividad para asegurar que el
sector pueda cubrir las demandas crecientes del futuro.
• El consumo
alimentario per cápita se expandirá con mayor rapidez en Europa del
Este, Asia y América Latina, donde los ingresos se elevan y el crecimiento de
la población se desacelera. Los aceites vegetales, el azúcar, la carne y los
lácteos deberán experimentar los aumentos más altos en la demanda.
El uso de la
producción agrícola como materia prima para los biocombustibles continuará su fuerte
crecimiento, impulsada en gran medida por los mandatos y las
políticas de apoyo a dichos biocombustibles. Para 2020, un 13% estimado de la
producción mundial de cereales secundarios, 15% de la de aceites vegetales y
30% de la de caña de azúcar se utilizarán para la producción de biocombustibles.
Los precios más altos del petróleo inducirían un crecimiento adicional en el
uso de las materias primas para los biocombustibles y, con precios del petróleo
lo bastante altos, la producción de éstos en muchos países se vuelve viable
incluso a falta de apoyo político.
El crecimiento económico en los países en
desarrollo se reanuda a un ritmo más rápido
El entorno económico que apuntala las Perspectivas
para las naciones de la ocde y algunas economías emergentes grandes se basa
en las evaluaciones realizadas en la ocde, complementadas con información proporcionada
por sus países miembros. En el caso de otras naciones, las proyecciones del
Banco Mundial (Global Economic Perspectives, enero de 2011), se han
extendido hasta el año de 2020 utilizando sus proyecciones a más largo plazo
sobre la pobreza. Las proyecciones sugieren que en todo el mundo las economías se
recuperan de manera paulatina de la crisis financiera y económica de 2009,
aunque a ritmos diferentes.
Para los
países de la ocde, se espera que las tasas anuales de crecimiento en los plazos
corto y mediano sean de alrededor de 2% per cápita. El crecimiento
económico fuera de los países de la ocde continúa dominado por China e India,
con tasas anuales de 7.4% per cápita y 5.5% per cápita,
respectivamente. Estas tasas se ubican arriba del promedio de los países en
desarrollo en su conjunto (cerca de 3.8% per cápita), pero debajo de la
década anterior, cuando ambos países elevaron el promedio del
grupo a más de 4% p.a. También se espera que Brasil y la Federación de Rusia
muestren un desempeño sólido con tasas de crecimiento anual por un promedio de
más de 4%, al igual que sucede con algunos otros países en desarrollo y menos desarrollados
que son ricos en materias primas como metales y petróleo (véase la gráfica
1.3).
A pesar de
la terminación del espectacular crecimiento en lo que se refiere a la soya,
Argentina y Brasil, como productores de relativamente bajo costo, continuarán
mostrando un crecimiento sólido en la producción de semillas oleaginosas,
cereales y ganado.
Para
pasarlo en limpio. Los organismos mundiales que dependen de Naciones Unidas y la OMC opinan que los precios de
la soja van a seguir aumentando y que la demanda mundial también. Correlativamente,
se supone que la producción, venta y comercialización van a mantenerse o
mejorar respecto al presente.
Para
decirlo de un tirón (a la usanza de mi estimado Horowitz), va a continuar en
forma sistemática la entrada de dólares frescos, limpios y contantes sobre los que se baso y se basa el modelo
kirchnerista.
¿Eso
garantiza estabilidad del modelo? No. No es eso esperable en Argentina. Pero si
da un sustento bastante interesante. Por supuesto, está la volatilidad de la
opinión pública, el aumento constante de la exigencia popular y esa “democracia
de a pie” o como quiera llamársele que va a tender a chocar con un Gobierno que
intenta poner cada vez más es caja el sistema de instituciones que el 20001
descarriló.
Los
aumentos en transporte, impuestos y servicios, son parte de ese intento del
Gobierno. La oposición también acuerda con eso, es más, cree que es poco y que
debería ajustarse aún más el cinturón a la gente. Pero... quien da la cara es
el Gobierno. Y eso le va a angostar la carretera por la que hasta ahora circuló.
El problema es que el resto de los vehículos que intentan circularla son, para
la gente, menos confortables que el actual (aunque les lleve un tiempo
descubrirlo).
Y, para terminar, un estudio del HSBC (que tampoco es
populista ni socialista)
Perú y Ecuador figuran entre los países que más crecerían en el mundo hasta el 2050
El informe del banco HSBC Global Research establece que Perú
escalaría 20 puntos en el ranking económico mundial, ubicándose en el puesto
26, con un Producto Interno Bruto (PIB) de US$735.000 millones en el 2050.
Ecuador
saltaría 14 puntos hasta situarse en el puesto 62 al aumentar su PIB de
US$24.000 millones en el 2010
a US$206.000 millones al 2050.
Perú,
Ecuador y Bolivia son los países sudamericanos considerados en el grupo de las
26 economías que tendrían un rápido crecimiento económico (superior al 5%
promedio) hasta el 2050, según un informe elaborado por el banco HSBC Global
Research.
Los
tres estados latinoamericanos estarían agrupados con países africanos,
asiáticos y de la antes Unión Soviética, entre los que destacan China, India,
Filipinas, Egipto y Uzbekistán, que en la actualidad “comparten un nivel muy
bajo de desarrollo, pero que han logrado grandes progresos”.
Según
los datos, Perú, nación a la que llaman “la estrella de la región” escalaría 20
puntos en el ranking económico mundial, ubicándose en el puesto 26, con un
Producto Interno Bruto (PIB) de US$735.000 millones en el 2050. Cabe señalar
que este fue de US$85.000 millones en el 2010 y su renta per cápita pasaría de
US$2.913 a los US$18.940.
En
cambio, Ecuador saltaría 14 puntos hasta situarse en el puesto 62 al aumentar
su PIB de US$24.000 millones en el 2010 a US$206.000 millones al 2050, lo que
implicaría también un alza del ingreso per cápita de US$1.771 a los US$10.546.
El
2011, el crecimiento de la economía de Ecuador fue del 7,78%, según un informe
del Banco Central.
El estudio cita que
Centro y Sudamérica crecerán a un promedio del 4,9% en la década comprendida
entre el 2010-20; del 4,5% para el periodo 2020-30; 4,1% en el 2030-40 y del
3,9% en el 2040-50.
Mientras
que Bolivia avanzaría 25 puntos hasta llegar al puesto 71. Su PIB sería de unos
US$145.000 millones al 2050, en el 2010 fue de US$12.000 millones y su renta
per cápita llegaría a los US$8.652.
Karen
Ward, economista global sénior de HSBC, que encabezó el estudio, aseguró que
los pronósticos se basaron en indicadores como el ingreso per cápita, la vigencia
del estado de derecho, el respeto a la democracia, los niveles educacionales y
cambios demográficos.
No
obstante, advirtió que hay factores que pueden causar que las economías cambien
a largo plazo como las presiones inflacionarias y el uso del crédito.
“El
potencial de la economía en América Latina se ha desatado en las últimas
décadas, ya que han logrado domar la inflación que afectó a las economías de
gran parte de los años 1970 y 1980”,
refirió Ward.
Para
el exministro de Finanzas, Fausto Ortiz, en el caso de Ecuador el crecimiento
dependerá de la evolución del precio del petróleo e influirá la inversión
extranjera en el país. “No estamos considerando posibilidades de atraer
inversión, contrario a lo que sucede en Perú, un choque externo de petróleo,
podría sacarnos del juego”.
Diferente
a este panorama de rápido crecimiento, países como Cuba, Uruguay y Venezuela,
crecerían a un ritmo menor al 3,5%, según la previsión.
El
estudio cita que Centro y Sudamérica crecerán a un promedio del 4,9% en la década
comprendida entre el 2010-20; del 4,5% para el periodo 2020-30; 4,1% en el
2030-40 y del 3,9% en el 2040-50. “Muchos lugares en el mundo ofrecerán muy
altas tasas de crecimiento. Estos
lugares no están en el mundo desarrollado, que enfrenta vientos en
contra cíclicos y estructurales. Estos lugares están en el mundo emergente”,
señala el banco en el informe.